Desnuda, al fondo del escenario,
entre telas arrumbadas,
cables y sogas que cuelgan, yace.
Es la hija, fuego frío, arteria seca.
Detrás de los cartones pintados,
bajo nubes de utilería,
la hija, fuego frío, arteria seca, yace.
¿Qué pasaje repetir,
qué tambor de hojalata batir para despertarla,
con qué camisa de reina,
máscara de princesa vestirla
antes de que el Tiempo,
ahora detenido por un momento
para contemplar su frente, sus tobillos,
retome el oficio de guionista
y escriba polvo donde ahora dice carne?