lunes, 30 de marzo de 2009

¿Dónde has estado Padre?

¿Dónde has estado padre de la dulce mirada?

¿Dónde has estado padre querido?

- He estado parado al lado de la luna y sonriendo en las silenciosas tardes frías.

-He caminado largos senderos de nubes y han reposado mis ojos, en azules y verdes lagos

- He observado como el rocío de las estrellas caía sobre tus hombros como chispas de plata

-Me he detenido en el jardín del paraíso admirando mis flores predilectas e impregnándome de la fragancia de tus jazmines preferidos.

- He estado tan lejos de los océanos…pero navegando cerca de tus mares.

Y he sentido, la dulce, dulce, dulce y he sentido la dulce sensación de que estabas presintiéndolo.

¿Y qué has visto padre de la dulce mirada? ¿Qué has visto padre querido?

-Vi largos caminos, iluminados senderos, y disfrutado el exquisito aroma que destilaba la tierra que pisabas.

-Vi hondonadas de brillantes luces alumbrando tus pasos y de quienes acompañándote, no apreciaban los destellos que fulguraban.

-Vi en zozobras las mentes desnutridas, y alborozadas las mentes pobladas, y en desconcertado llanto de los hijos de ambas.

-Vi que el abundante néctar de las flores alimentaba la naturaleza, y como ésta, feliz lo agradecía.

-Vi cada sufriente lágrima hasta convertirse en piadoso consuelo, y como copiosas risas se desvanecían ante la arrogancia del miedo.

Y he sentido la dulce, dulce, dulce, y he sentido la dulce sensación de que estabas presintiéndolo.

¿Y qué harás ahora padre de la dulce mirada? ¿Qué harás ahora padre querido?

-Rogaré que paz haya en el mundo, pondré la luz en cada sendero que transites. Alabaré a mi Dios tanto como pueda, pidiendo que tus hermanos y los míos, siempre lo sean. Tamizaré las gotas de lluvia para que puras te lleguen en bendiciones. Entonces, cuando los soles despierten y las estrellas jueguen, te acompasen los acordes de la música que estaré cantando para tú. Y cuando la lluvia me invite a caminar por esas noches mágicas, te invadan las musas, tu mente se aquiete y tus manos dibujen palabras con el corazón abierto, con ferviente risa ó dolidas lágrimas.

Y sentiré la dulce, dulce, dulce, y sentiré la fuerte y dulce sensación de que estarás presintiéndome.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me rectifico. Dando lectura a este escrito es que he sentido la sensacion de estar hablando con El Gran Padre - y no me imaginaba que lo que iba leyendo me llegara tanto al corazon. Agradezco porque es como que ha sido escrito para mi-

SOY CASI AGNOST- A LA VEZ HUMANO

Griselda Gonino dijo...

Gracias. Es un placer que te hayas sentido bien con el escrito que decidi compartir con los amigos lectores.