
Benditos los que duermen boca abajo sin pulsiones
Benditos los que lloran sin sonarse la nariz
Benditos los que nunca se ahogaron en ayeres
Y Benditos los que cogen... sin deberes
El Reino se abrirá bajo sus plantas
para darles paso al infinito
Porque al Maldito que recuerde
antiguos quejidos cenicientos
de amores míos
de no me olvides
de nunca nunca
de no te olvido
sinfonía del viejo abismo
alimento de las sombras
Lo aguarda el camino de salitre
burdas lágrimas de siempre
siempre siempre
siembra de huellas ignorada
por caminantes postreros
últimos exiliados
creyendo ser los primeros en irse de Gomorra
No hay comentarios:
Publicar un comentario